La guerra de Granada se inició tal día como hoy, el 27 de diciembre de 1.481 con la Toma de Zahara de la Sierra (Cádiz) por parte de los granadinos, y la consecuente represalia castellana. Este hecho supuso una traición y la ruptura del tratado de paz entre ambas partes, granadinos y castellanos, desencadenando el inicio de la conquista definitiva de todo el reino nazarí y marcando la historia de esta civilización.

Todo comenzó con el agrupamiento de los moros de Ronda resentidos por el trato recibido por parte del Marqués de Cádiz y con el deseo de vengarse. Así, decidieron estudiar de qué manera podrían tomar la fortaleza de Zahara. Para ello tales caballeros acordaron enviar algunos soldados para que comprobaran el estado de dicha fortaleza; éstos regresaron informando que su conquista sería fácil pues no estaba bien velada. Tan pronto el alcaide de Ronda obtuvo esta información, hizo juntar 300 caballos y 4.000 peones de la serranía, y el último día de Pascua de Navidad escalaron el castillo, tomaron y mataron a todos los cristianos, excepto al alcaide. Después bajaron al lugar e hicieron cautivos a unos ciento cincuenta cristianos para llevarlos a Ronda.

Según un documento conservado en Sevilla (número 526 del Tumbo de Sevilla) la reacción de los Reyes Católicos fue la siguiente: “… oímos lo que Antón Serrano, jurado de la ciudad de Sevilla, nos habló de vuestra parte; y de la pérdida de Zahara que nos escribisteis tuvimos mucho enojo y sentimiento, tanto por el hecho en sí, como, principalmente, por los cristianos que allí murieron. Pues aunque la villa y fortaleza se recobren, como esperamos en Dios que se recobrará pronto, la muerte de los cristianos no se puede remediar”.

La sorpresa que la pérdida de Zahara produjo creó la natural alarma en toda la frontera cristiana, y aunque en un primer momento se limitaron a reforzar la guardia situada en la frontera con tierras de moros, pronto los Reyes Católicos enviaron a Don Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago, para que estuviese de frontero en Écija, y a Don Rodrigo Téllez Girón, maestre de Calatrava, para proteger la frontera con Jaén.

Esta situación produjo la unión entre los cristianos de la frontera y nobles andaluces, tradicionalmente en discordia y enemistad, para luchar contra los granadinos y contraatacar posteriormente con la toma de Alhama de Granada.

Seguiremos contando qué sucedió tras los incidentes del 27 de Diciembre en próximos capítulos de este blog, no os lo perdáis!!!